Poeta del siglo veintiuno.

Ensucias mi ciudad, que es tu ciudad ,con el falso busto de vuestros besos.
Y al acariciar el aire que también vosotros llegásteis a tocar, siento asco de tener que hacerlo.
A diferencia de otros amores, sé que si te tuviera no querría tenerte.
Las damas desdeñosas, más valoradas en otros tiempos, me dicen que voy por buen camino.
Y no hay silencio, ni grito, ni nostalgia, ni presente ni futuro.
Una noche por la calle de la princesa, rinconcitos oscuros, bocados en el alma ( y en el cuello).
Descender a la realidad del poeta del siglo veintiuno.
"No te fíes de los hombres y menos si son artistas" sonaba durante una clase en la vieja fábrica de tabacos. Justo enfrente, no mucho más tarde, creábamos nosotros todo el humo y toda la ponzona de corazón.
Un corazón que late, que late de verdad; no sé si por la misma razón que el tuyo.
Saluda a Miran(d)a cuando la veas y recuerdale lo que eres.

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